EL ABURRIMIENTO EN LOS TIEMPOS DEL COVID.

 

 

UNA RECONCILIACIÓN CON LA VIDA
Hoy he doblado jerseys, he limpiado el fregadero como si no hubiera un mañana, he escrito en Google "Berenjena y Gorgonzola, posibilidades", "Qué hacer cuando tienes muchos limones, posibles recetas", "Qué pasa si tienes un jengibre de 1991 en tu nevera" y acabo de pasar la aspiradora por el ordenador, porque ya de perdidos al río. Si alguien sabe de posibilidades de asilo para situaciones críticas como esta durante la pandemia, que me haga saber. Si como sospecho, nadie tiene ni idea, podéis pasar una maravillosa tarde mirando nuestra web y eso que llevaréis ganado.
Y mientras seguirán corriendo tiempos de información sin mesura, a veces muy dramática, porque si todo esto fuera una comedia, estaríamos en una terraza al sol mirando la vida, bebiendo un mojito o un refresco, dando paseos en bicicleta y buscando tesoros por las tiendas. Así pues, lo dicho, todo esto pasará, porque como avance mucho más el confinamiento las mentes más lunáticas del planeta van a aprender los tutoriales de Youtube de biopsia incisional de lesiones de piel y cirugía maxilofacial, y no va a ser nada bueno para el futuro ni para la ciencia. Mucho mejor un libro, una joyita o una cartera de Divisa que un tutorial.
Leo sobre esas personas tan intrigantes y melancólicas que son los exiliados, reinventores de su existencia perdida en ciudades similares a las que abandonan, y me intriga que Stefan Zweig se fugara (fugitivo del nazismo) desde Viena a Petrópolis, una ciudad de Brasil a 68 kilómetros de Río de Janeiro, donde se suicidó en compañía de su esposa, Lotte, después de dejar constancia de su absoluto rechazo a Hitler. Los encontraron vestidos de gala, agarrados de la mano en el lecho mortuorio, cerca de un vaso que contenía veneno. Había llegado a Brasil sin máquina de escribir, como si ya hubiera muerto el escritor antes que el hombre, pero aún se dio la oportunidad de reencontrase con la vida, una existencia compuesta por Lotte, las cartas, el ajedrez, Balzac y la estética a la que fueron tan fieles. Salvando la infinita distancia con este lúgubre acontecimiento, salir del confinamiento es una reconciliación con la vida. Con otra vida, una en la que no se tira nada, que camina lenta hacia el calor de las calles, las tiendas, las terrazas y los amigos.
Hasta muy pronto.

 

 

 

 


2 comentarios

  • upGlTFex

    rWhozqwjOYP
  • VIWlLHgkd

    LJqyWtMVU

Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados